La vida de Justin Bieber en realidad no es tan perfecta como pueda parecer. Detrás de esa imagen de triunfador, de ídolo de masas y estrella de la canción, Justin, a sus apenas 16 años, ha tenido que vivir en sus carnes la separación de sus padres y una dura batalla legal por su custodia.

Según ha publicado la revista 'Star Magazine', la infancia de Justin Bieber no ha tenido que ser nada fácil. Antes de que el joven cantante comenzara a saborear las mieles de la fama, sus padres, Pattie Malette y Jeremy Bieber, estuvieron envueltos en una fuerte batalla legal por la custodia de su hijo.

En los documentos obtenidos por el tabloide -Pattie, que tenía apenas 17 años cuando se quedó embarazada- y Jeremy -que entonces tenía 19 años- intentaron, por el bien del niño, vivir juntos, pero "estos esfuerzos fallaron" después de algunos meses.

Fue Pattie la que, en 1995, se hizo con la custodia de Justin después de alegar que su ex pareja había pasado varias veces por la cárcel por "agresión y lesiones corporales", así como por "infringir la libertad condicional".

Según publica 'Star', "Pattie se quedó con la custodia en mayo de 1995 y permitió a Jeremy pasar tiempo con su hijo. Sin embargo, el fue al juzgado en diciembre de 1996 para ampliar el régimen de visitas, así como para que Justin pudiera pasar la noche en su casa".

Sin embargo, Pattie alegó en los juzgados que le parecía "inapropiado", porque Jeremy mostraba un "comportamiento violento incontrolado", y además tenía que hacer frente a un grave problema con "el alcohol y las drogas".